Una vez hayamos agitado y abierto la coctelera nos deshacemos del vaso de cierre (poniéndolo a buen recaudo) y con la ayuda de un colador de oruga -el plano mostrado en la foto- vertemos la bebida mezclada y fría sobre el vaso con hielos o la copa enfriada.
Colocamos el colador como muestro en la foto y con el dedo índice de la misma mano con que sujetamos la coctelera, sujetamos éste a la boca de ella. Sugiero pasarlo entre el mango del colador y nuestro cuerpo, evitando posturas incómodas y cómicas.
La idea es retener los hielos en la coctelera. Hay a quienes les gusta que los trocitos más pequeños de hielo o de pulpa de lima, por ejemplo, queden en el cóctel. Yo soy uno de esos!
Hay quienes prefieren evitar esos restos, que yo desde luego también en el caso de pulpas de frutas con mayores tropezones o semillas.
En ese caso haremos lo que algunos llaman un doble colado; colocando a medio camino del primer colador y la copa un colador fino, o de jugo, o de té. Tal y como muestro en la segunda foto.